El viejo carillón del Ministerio de Hacienda fue el primero de la ciudad de Madrid. Sus compases se oyeron por primera vez el 19 de diciembre de 1930.
Nació controvertido. Viendo la prensa de la época, para unos fue una muestra de alegría y buen gusto; para otros, una prueba más de los derroches de la dictadura de Primo de Rivera, unido a la carcajada de una ciudad incrédula al escuchar el “¿dónde vas con mantón de Manila?” tras los serios y recios muros del Ministerio de Hacienda.
Sea como fuere, el carillón entró en silencio hace muchas décadas. La falta de uso oxidó los mecanismos y la carencia de información alimentó su misterio. Durante mucho tiempo ha sido el gran desconocido. La construcción de nuevas alturas tras la Guerra Civil lo ha escondido; ya ni siquiera puede verse desde los patios interiores. Y a medida que se ocultaba, crecía la leyenda. Poco a poco hemos ido reconstruyendo su historia y hoy podemos ilustrar estas líneas de la efímera pero brillante vida de nuestro famoso carillón.
También importante es señalar que el lugar en el que se instaló el carillón fue anteriormente una de las torres de telégrafo óptico de la línea que unía Madrid y Valencia.
El objetivo es documentar su existencia y compartir la información conseguida. Todo ello para comprobar que la realidad supera con creces la leyenda.
En la sala de exposiciones del Ministerio de Hacienda se ha instalado un panel iteractivo que contiene los contenidos que aquí se presentan.